La raíz del dolor
Todos los seres vivos que tenemos un sistema nervioso central, podemos sentir dolor. Este sistema se encarga de percibir estímulos del mundo exterior, procesar la información y transmitirla a los músculos y nervios, así conectando nuestros sentidos con nuestros pensamientos y emociones.
Si examinamos la anatomía de un hongo, una planta o una bacteria, no encontraremos ningún nervio, entonces no pueden sentir el dolor como lo conocemos. Aunque si pueden percibir los cambios de los parámetros en los medios que viven (ej: oxigeno, agua, temperatura, sales) mucho mejor que los humanos. Las plantas no tienen 5 sentidos, tienen alrededor de 20. No necesitan sentir el dolor, ya que no tienen piernas, no pueden correr y escapar del dolor. Solamente pueden transmitir esa información hacia otras partes del cuerpo, para prepararse ante el peligro. Lo aceptan.
El dolor es información
La presencia del dolor nos aporta información muy valiosa que nos permite diagnosticar muchas enfermedades y trastornos dentro del organismo. Nos ayuda a localizar dónde está el problema, para luego curarlo o tratarlo.
Pero una vez que sabemos donde está el problema, el dolor en sí es realmente inútil. Nos quita movilidad y no tiene ningún beneficio real.
Aunque sirva solo de alerta, éste nos impulsa a tomar una decisión porque naturalmente siempre vamos a intentar evitarlo.
Dicho impulso podemos usarlo a nuestro favor, al vincular un dolor intenso en nuestro cerebro con ciertas conductas y hábitos que queremos evitar y que no nos permiten progresar.
- “Es muy doloroso fumar y comprar cigarrillos”
- “Es muy doloroso comer comida basura y perder control de mi peso”
- “Es muy doloroso matar el tiempo mirando una serie”
- “Es muy doloroso perderme una cena con amigos”
- “Es muy doloroso posponer objetivos para el próximo año”
Advertencia: hacer esta asociación neuronal realmente va producirte dolor.
Nosotros usamos nuestros sentidos para tener certidumbre en situaciones de peligro, no necesitamos sentir el dolor para saber que éste puede acercarse. Podemos predecirlo y así tratar de evitarlo:
- Si escuchamos que se acerca un animal salvaje, corremos.
- Si vemos un choque de autos, ponemos nuestras manos en alto y cerramos los ojos.
- Si alguien nos da un puñetazo, nos intentamos cubrir.
¿Pero si sos un boxeador?
Los boxeadores se preparan mentalmente para recibir puñetazos y tienen la habilidad de suprimir ese reflejo que precede al dolor. Porque a veces la mejor estrategia es simplemente recibir el golpe para luego contraatacar mas fuerte al mismo tiempo. El cerebro predice que va a doler, pero está programado para aceptarlo. Hacerlo a tiempo puede ayudarnos a afrontarlo, creando una estrategia para usarlo a nuestro beneficio.
Entonces, ¿cómo predecimos el dolor?
Primeramente, para reconocerlo tenemos que sentirlo, marcar cicatrizes, raspaduras, quemaduras, es decir, habernos enfrentado cara a cara con una experiencia que fuera asociada neurológicamente con él dolor.
Aunque también nos pueden adelantar que algo “va a doler” y podemos elegir creerlo. Nuestro entorno, nuestros padres, pueden influir en nuestra percepción del dolor. Sus dolencias y tolerancia al dolor se va ligar a las nuestras y vamos a tender a evitar el dolor igual que como lo evitan ellos.
- “Una separación es muy dolorosa”
- “Que te humillen en público es doloroso”
- “Que te saquen sangre duele”
- “Pasar la navidad en solitario es doloroso”
¿Es esta una predicción real? Puede que no. Estamos acondicionados socialmente y nos basamos en la experiencia de otra persona. Nunca vamos a saber si ese dolor vale la pena o nos sirve para poder detectar nuestros propios problemas.
Y cuando el dolor es inevitable…
..el dolor se puede resistir al incrementar el umbral de su tolerancia. Si lo experimentamos una y otra véz, sentimos menos del mismo y lo podemos controlar, haciéndonos mas fuertes y resistentes. Incluso puede ser reemplazado por placer, como en el caso de los tatuajes o en prácticas masoquistas.
Resumiendo el análisis, el dolor puede ser:
- Usado para detectar un problema en el organismo
- Usado para cambiar conductas y hábitos negativos
- Real y predicho por nuestras propias experiencias pasadas
- Irreal y acondicionado por nuestro entorno
- Reemplazado por placer, así como el placer puede ser reemplazado por dolor.
Después de todo, el dolor es natural, te transforma y te ayuda a detectar tus vulnerabilidades. Dejalo existir, escuchalo y usalo !!